domingo, 23 de enero de 2011

La mirada hacia la nube.

Primero, caminaba despacio, contemplando todo cuanto había a mi alrededor, árboles pequeños, gatos que corrían a esconderse, hierbas altas que iba tocando con mi mano a mi paso entre ellas. A lo lejos estaba aquel depósito viejo, y al lado el nuevo, yo accedía a sus tejados con 3 grandes rocas posadas sobre la pared de abajo, tampoco costaba tanto, me subí y respiré hondo llenando mis pulmones de aire fresco, miré hacia atrás y parecía que el viento me quería llevar lejos, mi pelo se movía hacia delante, tapándome la cara y haciéndome cosquillas, volví la vista hacia el frente, desde allí se veía todo el pueblo, miré hacia la derecha, una pequeña águila volaba sin rumbo en el horizonte, detrás de la enorme nube que todas las tardes allí estaba, y se movía sin prisa por irse. Me senté en el borde del tejado y comencé a mirar hacia en gran monte y sus grandes montañas que acababan en una punta algo redondeada, volví a respirar profundo, y dejé caer mis piernas en el borde mientras pensaba... ¿Para qué estaría yo aquí? ¿Tendría algún valor sentimental hacia alguien? Entrecerré los ojos y pensé en todas las dificultades con las que me iba a encontrar el lunes cuando volviera a clase, miré hacia abajo y seguí pensando
-Todo esto no tiene sentido, no, no lo tiene, pero tampoco tirarme por este borde y dejarlo todo atrás -susurré-


2 comentarios:

  1. Exacto, no tiene sentido que te tires por ese borde :)
    Muuy proofundo y muy bonito, me ha llegado :)
    Beesos, pasate luego si quieres (L

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