Esperanza

Cada día pierdo un trocito más del gran corazón de sabor esperanza. Poco a poco se va quedando en unas migas, como si fuera un bizcocho atacado por una familia hambrienta en Navidad. El tan solo pensar en que podría perderle, y que él se iría, todo lo veo gris, que digo, gris no, NEGRO.

Últimamente he estado pensando en eso, y en sus consecuencias. Tampoco pasaría nada si la única persona que podría hacerme un poco más feliz se enamorara de otra, solo quiero su felicidad, y el tan solo verle sonreír me llena el alma. Puede que me entren ganas de llorar, pero lo haré sola, no porque me de vergüenza llorar,porque si las personas en este mundo fueran más compresivas y no se fueran luego riéndote de tí lloraría con la cara descubierta; lloro en silencio, y sola porque a a veces es mucho mejor que nadie pueda opinar cosas que no son sobre lo que quieres y lo que te mereces.