El diente de león.

Ayer mientras sostenía entre mis manos ese diente de león, pensé en que ahora mismo sólo desearía una cosa pero luego me paré a pensar en todo lo que avanzado en mi vida desde la última actualización y en como han cambiado las cosas. Entonces me dí cuenta de que no necesitas soplar ningún diente de león para poder lograr, hacer o conseguir algo. Por eso, cerré los ojos soplé con todas mis fuerzas dejando la mente en blanco, como si a través de ese suplido se fueran todas las cosas inútiles y malas que tengo dentro regenerando así, toda esa fuerza y el valor que hay reunir para poder luchar en esta vida. Y la verdad que al soplar me quité un peso de encima la verdad, puede sonar absurdo no lo niego pero Tú no escoges las cosas en las que crees, ellas te escogen a Tí.